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Lo creas o no todos alguna vez hemos sido manipulados o hemos sido manipuladores, ya sea a una mayor o menor escala. Y es que por naturaleza el hombre siempre intentara alcanzar lo que quiere, y eso implica el usar los sentimientos de los demás para lograr sus objetivos. Pero como todo en exceso y dependiendo con qué intenciones se hagan esto puede llegar a caer en una psicopatía, pues hay una satisfacción dentro de manejar a las personas para el manipulador. El manipulador es un actor nato, pues puede tener diferentes facetas de actitud y al momento de mentir podrá creerse sus propias mentiras, haciendo mas creíble lo que dice.
Los manipuladores perversos son aquellas personas que utilizan técnicas con las cuales podría sacarte la información necesaria para que entres en su juego. ¿A qué información podría ser? tus debilidades, inseguridades, peores miedos o secretos. El manipulador podrá utilizar esto en tu contra, teniendo así un poder sobre ti, tus acciones y pensamientos. Lo mas seguro es que no sea algo personal, pues los manipuladores suelen utilizar esta técnica con cualquier persona con tal de conseguir lo que deseen o en el peor de los casos solo por diversión. Lo mas probable es que el manipulador no de a conocer sus intenciones nunca, pueden llegar a ser personas con gran simpatía, tanto que se oculta en tu entorno mas cercano.
Nuestra cabeza es tan moldeable que puede cambiar nuestros pensamientos principales por otros muy distintos o incluso alterar un recuerdo. Un ejemplo de esto puede ser visto en la película “El juego de Gerald”, obra escrita por Stephen King, dirigida por Mike Flanagan. En una escena de la película nuestra protagonista Jessie tiene un recuerdo de cuando tenía 13 años, su padre, Tom, se ve atraído por su hija, y en un ataque instintivo se masturba teniendo a su hija sentada en su regazo, acto del cual se da cuenta Jessie.
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Después de lo sucedido Tom procede a hablar con Jessie, o en su lugar manipular. Como padre de Jessie, Tom conocía ciertos temores que tenía su hija, tales como la relación complicada con la mamá de la misma o su temor al constante rechazo de su madre. Los cuales utilizó para pasar de verse como el culpable de lo sucedido a que ella pensara que el le hacía un favor a no decírselo a su madre. La manipulación llega a tal grado que Jessie le ruega que no le cuente nunca a nadie y ella promete no decirle a nadie la verdad. Dejando en secreto su agresión, haciendo creer a Jessie que fue la culpable.
La manipulación de violadores o agresores sexuales hacia sus víctimas es muy común, mas si el agresor es cercano a la víctima, cosa que ayuda a tener un conocimiento previo de la víctima. La manipulación llega a ser usada para que el recuerdo sobre la agresión sea transgiversada, haciendo dudar a la víctima si realmente pasó como recuerda o si exagera en sus pensamientos. es tanta que nos hace dudar de nosotros mismos, de nuestra realidad, convirtiéndola en una nueva llena de juego con las emociones y debilidades del otro, convirtiendo la manipulación en una de las técnicas más perversas para el engaño.
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