¡Feliz y maravilloso 2021!

lunes, 12 de octubre de 2020

Prologo

 

El escribir de uno mismo hace unos años me hubiera parecido arrogante, soberbio y demasiado narcisista.  ¿Por qué yo  con múltiples cosas que hacer debería detenerme un segundo a escuchar tus historias? ¿Por qué eres tan interesante? ¿Qué te hace especial para hablar de ti? Y la respuesta  querido lector es que nada; nada me hace interesante y nada me hace especial. Pero no se trata de lo que yo soy, realmente jamás se ha tratado de mí.

Pienso y predico que cada persona tiene una gran historia, incluso si eres la persona más aburrida en la faz  de la tierra. Pero como dije antes, no se trata de la persona, se trata de la historia, el como la cuentas y que dejas a raíz de ella.

 Si antes no le tomabas la suficiente importancia al valor que tiene una buena historia bien contada, te invito a que le des un vistazo a las cosas que más te han enseñado, a lo que más te ha impactado, a lo que te ha hecho ser mejor persona o jamás irte por el camino de ser una mala.


Buscamos un escape de la realidad, un entretenimiento que nos saque un instante de lo aburrida que puede parecer la vida, una dosis de emoción, pasión, temor, cualquier emoción que nos haga sentir meramente vivos; irónica y absurda idiotez de nosotros los humanos. Si  estamos en busca de algo ajeno a nosotros, significa siempre estamos en busca de historias ajenas y es en esta premisa, donde te respondo tu pregunta ¿Por qué leer mis historias? Porque estas en busca de esto, entretenimiento y emociones.

Ojo, nada de lo que se escriba, nada de lo que aquí relate será un cuento, gracias a (inserta aquí el nombre del dios en el que tu creas) doto de la suficiente capacidad para saber entretener sin mentir o inventar. Aunque la creación de un mundo no existente me parece excitante, me apasiono más por las historias verdaderas, porque es real, porque alguien ya lo vivió,  existe, por lo tanto puede pasarme también a mí…

Jamás habrá una línea constante de emociones, porque así es la vida, siempre cuando pienso estar de lo mejor me pasa de lo peor, pero me divierto en el camino, espero tú también lo hagas.  Ahora ¿Entonces solo quieres contar historias para entretener? No mi inquieto lector, si la historia es buena también aprenderás, puede que lo aprendido no te sirva para ti en lo absoluto o puede que veas más cosas que ni siquiera yo vi.

No soy una moraleja, ni daré sermones. Si tienes una historia interesante que contar puedes escribirme, no importa el relato o como la cuentas, yo le daré la forma adecuada para que sea toda una historia digna de contar, solo necesito tu experiencia; me nutro de ello, podría hacerme llamar una catadora de historias.

 Como prólogo he decidido llamar esta primera entrada, pero lo relaciono más con “Epitafio”, me refiero a esa inscripción  grabada en la sepultura, ya que en estas historias se encontrara lo más sincero de mí ser; en términos más coloquiales es un suicidio social.  Sin nada más que decir, disfruten el desmembramiento de la mente de este ser.



                                                          ¡Bienvenidos!




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