El divertido e indignante vídeo viral de las niñas del pastel; la toxicidad en la familia.

 

Esta semana se hizo viral un vídeo donde se ve a una pequeña niña de nombre “Mariana” en su fiesta de cumpleaños. Momentos antes de apagar la velita de su pastel otra niña, la cual después se descubrió era su hermana, se adelantó y apaga ella misma  la vela del pastel de Mariana, acto que molestó de tal manera a la pequeña niña que tomó a su hermana del cabello y procedió a jalonearla.

 No hay que negar que causa demasiada risa, el decir que no sería hipócrita de nuestra parte, la actitud de las dos pequeñas es graciosa. Varios memes han surgido en las redes respecto a este vídeo. La maldad de la hermana de Mariana se ha comparado con personajes como Niurka y Teresa, pues se ha descrito como malvada. 

 Más allá de lo divertido y entretenido que nos pueda parecer este vídeo, me gustaría analizar más a fondo qué es lo que pasa con estas dos curiosas hermanas. Lo que se ve en el vídeo es un acto de violencia por parte de las dos niñas, “Es un juego de niños”,” No es tan importante, son niñas, no saben lo que hacen”, no hay que dejar de lado  que los sentimientos de los niños son más puros y son diferentes a la de las personas adultas con un criterio  y control más amplio sobre sus emociones y acciones. Los niños violentos son motivos de alarma.  

 Es hasta un cierto modo normal que hermanos se peleen, pues estamos de acuerdo que una convivencia constante con personas que no mantienen siempre las actitudes o pensamientos que nosotros quisiéramos puede causar no siempre el llevarse bien, pero hay una línea muy delgada entre las diferencias y jugueteo entre hermanos a un acto directo de violencia hacia nuestro ser querido. Y aun  no hablando de hermanos, sea quien sea; madre, padre, abuelos, primos, tíos, etc. no deberían comportarse de modos violentos hacia la familia. No normalicemos que por ser familiar tengamos que tolerar actitudes tóxicas y dañinas. 
El pilar de toda buena relación humana y afectiva es el respeto, tolerancia, empatía y amor, Aunque suene muy hippie e idealista, es cierto, muy cierto. Los invito a que piensen cuál fue su primera relación y actitud tóxica en su vida, de qué modo  fue y con qué persona surgió y si tu primera situación tóxica empezó en tu familia está en ti el no propagar esa cadena de comportamiento en tus relaciones, romperla de raíz para así formar relaciones saludables y funcionales. No minimicemos ni normalicemos actos de violencia y tóxicos en nuestra vida, menos en niños.

 Tanto como la sonrisa de la hermana sopladora de velas al terminar de ser desgreñada ¡dos veces!, el que Mariana le haya jalado de esa forma el cabello a su hermana y golpeándose a sí misma tras no poder controlar su enojo, son comportamientos alarmantes en las dos infantes. La hermana está en total consentimiento de lo que hace y el que sonría después de hacerlo e incluso disfrutar que su hermana se haya molestado a tal grado para agredirla nos hace notar sutilmente que la niña podría tener actos psicopáticos, pues disfruta el desencadenar sufrimiento en su hermana. Y la pequeña Mariana que al pegarse por no poder contener su enojo podría hablarnos de una frustración hacia el manejo de sus emociones, actitudes que pueden iniciar un estado de depresión más adelante. El comportamiento de las niñas ha sido comentado ya en varios artículos de especialistas en psicología. 

 Partiendo de este vídeo me gustaría reflexionar sobre la toxicidad en la vida. Mucho se habla sobre la toxicidad en las relaciones en pareja, pues llegan a ser no las más comunes, sino las más mencionadas. Pero si nos ponemos a pensar atentamente sobre la toxicidad en nuestros vínculos amorosos podríamos notar que esta puede empezar mucho antes de que incluso tengamos pareja. 

 La familia es nuestro primer pilar para moldear nuestros valores, comportamientos, empatía con otras personas, pues son nuestro inicio hacia el  acercamiento en las relaciones sociales; los niños son como esponjas, absorben mediante sus experiencias y sentidos todo lo que les rodea, hasta la forma de comportarse con los demás. Es preocupante que en su primera experiencia en las relaciones sociales existan tales comportamientos como: golpear, humillar, criticar o hacer acciones directas para causar una riña con nuestro familiar.